La Mina es una prueba del poder de acción del urbanismo, tanto como del éxito que se puede obtener cunado se implica la populación directamente. En las setentas, esta intervención tenía como objetivo de quitar las barracas dispersas en Barcelona, pero con el cerramiento de esas grandes barras de viviendas de la ultima fase del proyecto y la concentración de pobreza, población conflictiva y inmigración, se ha cambiado en gueto. Entonces, la creación de equipamientos públicos, inexistentes previamente, la conexión con el mar con la nueva rambla y la conexión con el tejado urbano alrededor tanto como la acupuntura de desplazar al gente piso por piso para mezclar los y reducir las concentraciones problemáticas y crear un espíritu de comunidad de identidad al barrio han hecho del nuevo plano de transformación del barrio de Sebastià Jornet, Carles Llop y Joan Enric Pastor, un gran éxito.
Tenemos una situación muy similar en Montréal con las “Habitations Jeanne-Mance”. Son habitaciones sociales/baratas que han sido por largo tiempo un gueto de inmigración en el centro de la ciudad. Había mucha violencia, pobreza y segregación en este sector cortado del tejado urbano por su implantación propia según los príncipes de los CIAM y ciudades radiosas. Así, al principio de los cincuentas, el gobierno ha construido un proyecto de 800 viviendas repartidas como torres y casas bajas para familias para remplazar las «barracas» que estaban allí. Las viviendas eran de muy buena calidad. El cambio estaba por lo mejor, pero con el tiempo se ha cambiado en gueto con mucha inmigración y transición. No son alojamientos de larga duración. Había mucha criminalidad. Así al principio del siglo 21, el gobierno realizó un plan de revitalización del lugar. Han desarrollado espacios verde, equipamientos y renovó los edificios, todavía de buena calidad. Para luchar contra criminalidad, no han mudado la población, pero han contratado compañías de seguridad y dejo de ser. Hasta hoy, las condiciones ha mejorado.
