El barrio de Gràcia es uno de tantos con su vida propia. Este pueblo fue integrado a la ciudad de Barcelona, pero queda independiente. El plano de calles es muy diferente del plano Cerdà. En este caso, se habla más de una red planificada de pequeñas calles que se peatonalizan y de plazas a una escala más pequeña, más cerca de la calle y de sus habitantes. Hay también un fuerte tejido asociativo entre los habitantes del barrio, ellos son muy solidarios. Con el tiempo, el barrio se hizo más a la moda y conoce ahora una lucha entre la identidad residencial y la comercial del barrio por ejemplo, los «Volem dormir» que vemos alrededor de las plazas.
En Montréal, tenemos un tal barrio que se llama «Le Plateau». Es un barrio antiguamente obrero que se ha cambiado en barrio a la moda, particularmente gracias a su acceso privilegiado a la montana y al centro de la ciudad. Hay muchas tiendas independiente, restaurantes del mundo y eventos en la calle. Además, es un barrio donde los vecinos se juntan para mejorar la calidad de vida. Así, hay una red de callejones ecológicos paralelos a las calles y se planifica de peatonalizar «l'avenue Mont-Royal», una arteria comercial principal del barrio.