
El resultado está siendo que están apareciendo muchos edificios de carácter high-tech, y con vocación de singularidad, lo que es peligroso porque no genera una unidad. Lo hace atractivo para la experimentación, pero hay que tener cuidado con el resultado final que esto puede conllevar. Curiosamente, los edificios que más nos seducen una vez estudiados son los que se basan en la rehabilitación de antiguas arquitecturas donde se tiene en cuenta la historia y el lugar. No digo que no sea interesante realizar alguna de estas nuevas arquitecturas, pero siempre recordando donde se está y sin extravagancias excesivas.
Hay muchos ejemplos de estos nuevos barrios.
Orestad, en Copenhague es considerada la primera área de desarrollo urbano proyectada según los requisitos y modelos urbanísticos del siglo XXI. El resultado es una ciudad de aspecto futurístico, lejos de las extravagancias de Dubai, donde todo está incluido, pero donde no se pierde la dimensión humana.

