dilluns, 15 de novembre del 2010



Montjuïc, una caja de sorpresas


Otra vez me encuentro ante una zona de Barcelona ensimismada y desconectada del resto de la ciudad pero que me hace reflexionar que mucha de la gracia que yo atribuyo a aquella zona se debe a estas mismas características. Esto lo digo por mi experiencia personal de la montaña que desde hace cuatro años tengo a un corto paseo de mi casa, y que he ido explorando y descubriendo en sucesivos paseos domingueros. Todavía estoy consciente de que me quedan varias áreas por desvelar y en parte es esta anticipación que me lleva a volverla a visitar una y otra vez: cada vez que voy parece que llego a otro Montjuïc. Montjuïc es especial por los muchos caminos inesperados que le conectan con Poble Sec; por su topografía que crea una ladera casi imposible de atravesar (hay un camino único que la recorre justo debajo del castillo) y otras de rutas labirínticas; por su superficie importante de bosque y vegetación; y por la gran variedad de parques paisajísticas y otros equipamientos que contiene. Lo más importante es que tiene una extensión suficiente para perderse y estar un buen rato sin topar con la ciudad. Sin embargo, me acuerdo que cuando la visité como turista la encontré muy confusa y fragmentada. Entonces me pregunto si el automatismo de pensar que se ha de conectar mejor con la ciudad no sea otro caso más en el cual los intereses en ‘mejorar’ la experiencia turística de Barcelona no vayan en contra de la pervivencia de una Barcelona que sea rica en experiencias espaciales para sus habitantes.



En comparar Montjuïc con una zona de Londres se me ocurre una zona muy extensa que, como Montjuïc, ha sido durante muchas décadas un ‘detrás’ en medio de la ciudad, pero que está todavía en construcción, el del Lower Lee Valley donde se ubican muchos de los equipamientos para las Olimpiadas del 2012. Está todavía por ver cómo acabará la urbanización de esta zona, pero al parecer las intenciones son de transformarla después de las olimpiadas en barrios mixtos con bastante superficie de parque y los equipamientos olímpicos, integrados en la ciudad por medio de una nueva malla viaria. En el centro habrá un gran corredor paisajístico que en principio conectará con un largo recorrido de parques.