diumenge, 3 d’octubre del 2010

Hay una diferencia fundamental entre los cascos históricos de Barcelona y de Londres que ha condicionado posteriormente la naturaleza de las intervenciones que se han realizado que es la pervivencia del tejido medieval y el trazado romano en Barcelona frente al la destrucción casí total del mismo en Londres debido al gran incendio del 1966 y a los bombardeos de la segunda guerra.

En el siglo 17 existían las dos ciudades de Londres, puerto y centro mercantil y financiera apretada dentro de la muralla romana, y la de Westminster a dos milas, residencia del rey y el gobierno. Londres era un ciudad densa, caótica y construída enteramente de madera. Su reconstrucción se rigío por una de las primeras normativas urbanísticas que especificaba una separación mínima entre edificios y el empleo universal del ladrillo. Aunque se mantuvo en mayor parte la estructura viaria anterior se evitó una densidad tan intensa como la del centro de Barcelona, cuyas condiciones insalubres fueron motivo de las intervenciones de esponjamiento del siglo veinte.


Vista desde St Paul's Cathedral,1941


Luego, en la segunda guerra mundial el mismo barrio se arrasó otra vez, el cuerpo del catedral sirviendo, igual que en Barcelona, como un hito para los bombaderos. La destrucción en este distrito de Londres destruyó la mayoría de lo que se había construído después del gran incendio, una destrucción de escala mucho mayor a la de los bombardeos en Barcelona. Esta segunda reconstrucción se aprovechó para crear el distrito financiero que hoy conocemos, de mono-actividad y dominado por imponentes edificios de oficinas pero con alguna memoria de la estructura medieval en el trazado de algunas de sus calles.

Supongo que lo que estoy intentando explicar es que las intervenciones en el casco historico de Barcelona me parecen actuaciones que, por muy potentes que sean y más o menos sensibles en su realización, todavia son legibles como acontecimientos puntuales sobre un tejido de clara estructura historica. Las intervenciones ponen en relieve la continuidad de ocupación del tejido del casco antiguo de Barcelona, mientras que en Londres son fruto de la interrupción de la misma.


Encaje de intervención del S19 con calle medieval, Barcelona