diumenge, 3 d’octubre del 2010




Collserola tiene una relación muy especial con Barcelona ya que, por ser un espacio natural de tanta extensión y biodiversidad es muy accesible, estando a tan solo 20 minutos del centro de la ciudad. Además se puede acceder desde varios puntos de la ciudad y en diversos modos de transporte. Se siente que es realmente grande pero cercano.

En cuanto a incorporar el parque en la vida urbana de la ciudad de otra formas, más allá de los espacios de ocio que ya existen en los puntos de contacto entre los dos, me pregunto con qué propósito se quiere incrementar este ligue? Si el interés está en que más gente llegasen a conocer el parque, gente por ejemplo de Barcelona que no se acostumbran a subir, se podría proponer un modelo de festival anual del parque con actividades, tipo rutas guiadas para explicar determinada flora o fauna y otras actividades respetuosos con el entorno, que impulsara este interés. Pero siempre hay que cuidar el delicado balance del parque: el valor de Collserola para mí está en que no és urbano; se puede ir allí y ver árboles, y a poca gente.

Para hacer este mismo en Londres existe Epping Forest, el espacio público más grande del metrópolis con 6.000Ha y una largura de 12 milas desde el este de Londres hasta Epping en el condado de Essex. Contiene varios tipos de habitat - bosque histórico, rio, humedales y praderas - que se protegieron hasta el siglo 19 gracias a estar dentro de uno de los cotos de caza reales.