dimecres, 8 de desembre del 2010

Tejidos sociales

El barrio de La Mina se ha conocido durante muchos años como un barrio marginal dónde las peleas y la droga eran el pan de cada día. Era un barrio al cual era mejor no acercarse por la gran inseguridad que había en él.
Esta imagen está cambiando poco a poco, aunque aún está muy arraigada la imagen anterior. El mayor problema que tiene este barrio es la homogeneidad de tejido social que tiene. La gran suerte es que está situada al lado de un barrio en pleno auge y que atrae gente de diferentes condiciones sociales.
La renovación urbana de este barrio me parece de muy buena calidad, con lo que influye en gran medida en la mejora del barrio. Ahora bien, este barrio marginal no sólo puede cambiar con una renovación urbana, apoyada en una cremallera urbana que pretende coser los diferentes tejidos con sus equipamientos y servicios y sus espacios libres, sino que son los mismos vecinos del barrio que tienen que cambiar su forma de pensar y de actuar. Algunos ya lo hacen, como se ha visto claramente con “La capsa del jocs”, en la cual están implicados muchos vecinos y cuidan de ésta, pero esta transformación tiene que ser necesaria para la mayoría, no puede ser que quieran que se les de todo hecho, tienen que formar parte del proceso de transformación social y aceptar o más bien querer que haya una heterogeneidad de culturas, ya que eso es sólo positivo para un barrio.
Urbanísticamente he visto muchas cosas interesantes: la rambla, donde se sitúan viviendas para diferentes clases sociales, será un eje donde me puedo imaginar esta mezcla de gente con aire pacífico y dónde los niños puedan jugar. También la ubicación de los mossos d’escuadra ha sido una buena elección, haciendo que el barrio sea más tranquilo. Otro punto muy importante es la necesidad de ponerse de acuerdo entre los vecinos para conseguir instalar un ascensor o formar grupos para cambiar de ubicación. Este diálogo es lo que ayudará a cambiar el barrio, la lucha por un espacio de mayor calidad tanto urbanístico como social.



Se podría comparar el barrio de La mina con El cabañal de Valencia. Este barrio, históricamente degradado y con ciertas áreas marginales e inseguras, ha sufrido mucha polémica últimamente por la decisión de llevar la avenida Blasco Ibáñez hasta el mar para romper la barrera que crea el barrio hacia el mar, derrumbando y expropiando varias casas antiguas. La polémica está en si esta actuación es la adecuada para el barrio y si solucionará de esta manera los problemas marginales. Por otro lado la gente se queja de las expropiaciones.