dijous, 9 de desembre del 2010

Bon Pastor



El barrio de Bon Pastor nació en 1930, de la necesidad de construir casas baratas a los trabajadores que venían a Barcelona para trabajar en las industrias. Los terrenos escogidos para la construcción de las casas correspondían a propiedades agrícolas y la frontera urbana más próxima estaba a 1,5km de distancia. Fueron construidos cerca de 4000 barraques para familias de 6 personas. La trama del barrio fue pensada para organizar las casas en islas, conteniendo 16 casas cada isla. Algunas casas tenían 40m², otras 50m² y otras poseían un jardín céntrico. Todas las casas eran muy próximas, y eso acabó por influenciar en la relación de los vecinos, que se hicieron muy próximos también.
Incluso en la época en que fueron construidas, las casas no estaban dentro de las normas de construcción. Hoy ellas sufren con un gran problema de insalubridad, falta de ventilación e iluminación, eso porque, para adaptar el tamaño de las familias a las casas, los propios habitantes fueron aumentando el espacio de se vivir de las casas, cerrando canales de ventilación, cubriendo las islas internas, etc.
Actualmente hay un plan, que ya está en práctica, que visa derrumbar estas casas y transferir sus habitantes a nuevos edificios residenciales. Pero será que las personas que están allí quieren realmente cambiarse? Finalmente, ya son de edad y ya están acostumbradas con aquella vida, con aquellos vecinos, el cambio acaba siendo un poco más difícil. El importante para la región es tener más equipamientos urbanos y ocio para las personas ancianas, ya que el barrio sufre con un problema de aislamiento de la estructura urbana principal de Barcelona.
El barrio de Bon Pastor puede ser comparado con el barrio del Bixiga, en São Paulo. El área tuvo su primer registro de ocupación en 1559, y era propiedad del portugués Antônio Pinto. En 1820, un hombre conocido como Antônio Bexiga compró las tierras, y su nombre dio nombre al barrio. Alrededor de 1870 resolvieron dividir esa área en lotes, y sus lotes pequeños y baratos comenzaron a interesar a los inmigrantes italianos. A pesar del barrio haber sido ocupado por los inmigrantes y su trama haber permanecido prácticamente la misma desde aquella época, el Bixiga no fue un barrio planeado para recibir los inmigrantes, como sucede en Bon Pastor, que fue planejado para recibir los trabajadores. Y hoy el barrio está integrado al resto de la malla urbana de la ciudad, siendo un punto turístico, con incontables restaurantes y una fuerte tradición italiana, diferente también del Bon Pastor, que hoy aún se encuentra un poco aislado del resto de la ciudad.