dilluns, 18 d’octubre del 2010

Volviendo a Montjuïc

Resulta curioso que una entidad como la montaña de Montjuïc, propia generadora geológica del llano de Barcelona y abastecedora de los materiales con que ésta físicamente se construye, se haya mantenido siempre apartada de la propia ciudad, constituyendo casi un detrás; la montaña marginal dónde se guarda lo que sobra o no se quiere ver.


También ha aglutinado el poder bélico y represivo que culmina con su castillo

La ciudad ha ido creciendo apartada de esta montaña, aunque manteniendo vínculos o incursiones puntuales mediante el acercamiento de las clases populares; es la montaña popular, la de las fuentes y las meriendas.


En distintos intentos de reconquistar la montaña, se acogen la Exposición Universal. Empieza a estructurarse una red de equipamientos y de jardines y finalmente tienen lugar los Juegos Olímpicos.


Así, se constituye un sistema que contiene equipamientos culturales, deportivos y naturales, que, de estar bien relacionados, podrían constuir la verdadera reconquista de la montaña por parte de Barcelona. Para potenciar estas relaciones puede pensarse en que estos equipamientos se apoyen a nivel de uso. Esta complementariedad favorecería el uso de las partes, es decir, si el espacio natural acompaña un acontecimiento deportivo, o bien un acontecimiento cultural tiene lugar apropiándose de este espacio natural, todas las partes quedan ligadas y el conjunto tiene más sentido. Por otra parte, la buena conexión entre las partes sería necesaria; una conexión fluída, natural y agradable, en circuito entre los puntos importantes, que tenga sentido en el trayecto, no sólo en el inicio y la llegada, apoyándose en la idea de la conexión entre partes de la montaña. La recuperación del castillo por parte del gobierno local y desterrar cualquier tipo de uso militar o estratégico sería un hito importante que culminaría este proceso de "domesticación" que haría de Montjuïc algo más propio.


La conexión con la ciudad es otro punto importante. Ahora mismo se llega en autobuses o mediante el funicular. Igual haría falta otro punto de tensión importante en el límite de la ciudad y la montaña, como un equipamiento del alcance de toda la ciudad, o incluso metropolitano.

Como punto para comparar con mi ciudad de referencia, me tendría que atener a algún punto de mirador, en mi caso, en Collserola. Existen miradores puntuales que comparten con Montjuïc el situarse en una cota alta, en un punto privilegiado, y controlar una amplia zona, en mi caso, son característicos los menos conocidos miradores al Vallès. La diferencia fundamental es que estos miradores, en el caso de Montjuïc, estarían bien integrados en esta red organizada, o formando parte de un sistema más amplio como un parque