Es obvio comparar Ciutat Vella de Barcelona con el barrio del Carmen de Valencia, cuyo distrito lleva el mismo nombre de Ciutat Vella. Éste es un barrio milenario, que creció entre dos murallas: la musulmana que lo limitaba por el este y que queda como una segunda defensa militar y la nueva muralla cristiana que lo protegía por el oeste.

El problema de las comunicaciones con una y otra parte se resolvió por medio de portales. Este barrio ha sufrido grandes modificaciones a lo largo de sus más de mil años de historia. Ha sido huerta, arrabal y refugio musulmán, burdel, asentamiento gremial, hogar de la aristocracia medieval, lugar de conventos, zona proletaria-marginal durante la revolución industrial y en la actualidad es un espacio de ocio de la población juvenil de la ciudad.
La estructura primitiva del barrio, entre las calles de Serranos y Caballeros y la muralla musulmana, utiliza el río como foso. El barrio se dividía en dos sectores: el interior se dedicaba al textil, cerrajeros, herreros y caldereros y en los exteriores de la muralla y debido al aumento de la población, empezaron a crearse arrabales.